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Por: Ginnie Dorado Zarate
Directora General THINK TALENT
Hoy en día, en un entorno donde la tecnología, economía y el mercado cambian constantemente, las empresas deben pensar muy bien sus estrategias de negocio para poder seguir compitiendo en un entorno que presenta retos cada vez más complejos y que, como en lo que estamos viviendo en 2021, rebasa la capacidad de muchos.
Típicamente las Organizaciones planean su Estrategia de Negocio para 3 años y la revisan anualmente con base en sus resultados, presupuestos y objetivos anuales. Algo que es cada vez más evidente para las empresas es que, para poder lograr sus objetivos, es fundamental definir cuál es la Cultura que se debe vivir en su Organización, es decir, cuáles son los comportamientos esperados y competencias clave que sus colaboradores deben tener, pues es al final el trabajo de todos en conjunto lo que permite alcanzar los objetivos de negocio. Esto es, en otras palabras, la Estrategia de Talento.
La Estrategia de Talento tiene que rediseñarse en la misma mesa que se define la Estrategia de Negocio, esta es una labor que debe realizarse en el ejercicio de Planeación Estratégica y, para que esto suceda, nosotros como RH debemos estar en esa mesa.
Por todo lo anterior, los procesos, herramientas y políticas de Recursos Humanos y, a su vez, de Gestión de Talento, deben de estar diseñadas con base en la Estrategia del Negocio, para poder impulsarla, sea cual sea esta, en este momento y en un futuro. Por lo tanto, el reto que se tiene para atraer, desarrollar, evaluar y retener el talento de la organización, representa un esfuerzo importante para toda Organización que desea competir y crecer en un entorno cambiante, cuyo dinamismo ha ido incrementando exponencialmente.
Alinear la Estrategia de Talento con la Estrategia del Negocio, en una explicación sencilla quiere decir: “qué necesita la Organización hoy en día y en un corto/mediano plazo, en cuestión de su talento para alcanzar sus objetivos”. Este cuestionamiento hoy, frente a una contingencia global que nos ha orillado a adaptarnos a distintos cambios, resulta fundamental.
Algunas preguntas clave que, hoy más que nunca, debemos respondernos son: ¿Cómo organización, tenemos a las personas que necesitamos para alcanzar las metas que nos planteamos? ¿Las personas que tenemos, tienen lo que se requiere para afrontar los retos actuales? ¿Están en el puesto correcto? ¿Necesito contratar? ¿Cómo desarrollo a la gente que tengo? ¿El Talento de mi empresa, puede responder a los retos futuros en un contexto incierto e incluso ambiguo?
Cuando entendemos debidamente la Estrategia de Negocio, es entonces que podemos trabajar los esfuerzos de atracción, desarrollo, evaluación y retención de talento hacia un mismo eje. Una vez que entendemos y alineamos la función en un nivel estratégico, es importante bajar esta información a procesos, políticas y funciones donde podamos asegurar que el esfuerzo de cada colaborador aporta a los resultados esperados del negocio. Finalmente, es importante que los comportamientos buscados en cada colaborador sean congruentes con la filosofía y cultura de la organización.
Después de haber conocido lo anterior, estamos en condiciones de hablar de la Gestión de Talento, así es como llamamos a los esfuerzos que hacemos las organizaciones para lograr todo lo anteriormente expuesto.
Podemos definir a la Gestión del Talento, como un “conjunto integrado de procesos, programas y normas culturales que han sido diseñados para Atraer, Desarrollar, Evaluar y Retener el talento requerido para alcanzar los objetivos estratégicos actuales y futuros de la organización.” Conozcamos de cada uno a continuación.
Tomando en cuenta la estrategia, el momento y madurez de tu organización, pero, sobre todo, la situación actual que estamos viviendo, reflexiona sobre lo siguiente:
¿Cuáles son los principales retos que encuentras en tu Organización en materia de Talento?
Ginnie Dorado
Director General THINK TALENT